miércoles, abril 16, 2008

Highlander : Taliban Style.

Hace un buen puñado de años un escocés, Connor MacLeod, melenudo introvertido pero peleón, muere en una batalla tras penetrarle una espada el los pulmones. Muere, pero sólo durante un rato, pues a las pocas horas "resucita" para asombro de los lugareños, que le repudian al considerarlo cosas del averno. MacLeod huye tras recibir una buena tunda vecinal y funda un nuevo hogar. es entonces cuando aparece Juan Ramirez Sachez de Villalovos, que no es un Ministro, si no un Inmortal, que viene a adiestrar a MacLeod en los secretos de esta profesión de riesgo, pues él también lo es, y no es fácil la vida, eterna, que le espera. Descubre entonces nuestro escocés heavy-metal que hay sueltos por el mundo un censo por determinar de tipos como él que no pueden morir a menos que la cabeza se le separe del tronco, al estilo talibán, y que, irremediablemente toda esta simpática pandilla de decapitadores en potencia siente el ansia de arrasar con el resto. Asi que, bajo la máxima de "sólo puede quedar uno", está abocado a cortar las cabezas de sus compañeros si quiere seguir en la empresa...liberalismo en estado puro. Dirigida por Russell Mucahy en 1986, protagonizada por el impasible Christopher Lambert y el suegro de Oro del cine Sean Connery, "Highlander", o Los Inmortales en su más que censurable traducción, es un clásico frykandélico lleno de frases lapidarias, chulería testosterónica, vaciladas de 7 en escala de 11, y una estética ochentera ciber-punk que nos hacen disfrutar de lo lindo en el sofá, trono del humilde, de lo más grande del cine de entretenimiento. Si bien queda en el aire una explicación mínimamente lógica de por que los inmortales lo son y sentido tiene que lo sean, esta es una peli de entretenimiento que logra sus objetivos primordiales, hacer que se nos olvide el kurro y echarnos unas risas. Un clásico.

2 Comments:

At 7:14 p. m., Anonymous Anónimo said...

Hola Richifuzzzzz...

Aquí estoy, acalorado y sudoroso, a punto de hacerme unos huevos a la mexicana, pero con un toque español, el plato favorito de esta casa. Vi que no había ningún comentario en esta sublime película, y no he podido resistir la tentación. La trinidad cinematográfica que degusté de niño sinúmero de veces sin llegar nunca a la nausea fue "Indiana Jones y el Santo Grial", "La batalla de la Ardenas" y la que aquí presentas. Que tiempos... El Kurgan y Juan Ramirez Sánchez de Villalobos jugaron grandes papeles en mi imaginería preadolescente. Ya los tenía olvidados. Ardo en deseos de volverla a ver.

Un saludo desde México. En breve nos veremos por la meseta central.

 
At 7:55 p. m., Blogger octopusmagnificens said...

Y es también una película romántica con escenas realmente buenas, como la de la despedida y muerte de Heather MacLeod. Un clásico del que como dice Ricardo solamente se echa en falta una explicación del cómo los inmortales son lo que son. De las secuelas mejor no hablamos…

 

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