Dead & Buried : Y no estaba muerto, estaba tomando cañas.

Poca luz, mejor ninguna, el móvil apagado, la cerveza a mano, unos nachos....Esto se merece nuestro mejor pijama, una manta bien gastada en nuestro trono, nuestro Sofá. “Dead & Buried” ( Muertos y enterrados) va a comenzar. Un extraño pueblo, asesinatos brutales, un honrado policía sólo ante la investigación, un forense enamorado de su trabajo....Parece un argumento simplón pero es sólo una apariencia, esta peli tiene miga, y uno se va dando cuenta según avanza el metraje. Gary A. Sherman, director de este clásico impagable de 1981, firma una de las mejores, más interesantes y mejor llevada, película de muertos vivientes. El guión de Ronald Shusett, Alex Stern, Ronald Shusett y Dan O´Bannon, nos enfrenta a una peli de zombis lejos del clasicismo del género. Los “muertos vivientes” no caminas tambaleándose, emitiendo el conocido “anngggggg, annngggggg”, si no que llevan una aparente vida normal, que combinan con un sadismo tribal salvaje en sus ratos de ocio. La película comienza ya impresionantemente bien, cuando un fotógrafo llega a la playa cercana al pueblo y comienza a disparar a motivos variados a la par que anodinos. De repente, en su visor, aparece una rubia despampanante (el cambio musical en ese momento es glorioso), que no tarda en desnudarse ante él, tras lo cual una horda de pueblerinos armados con todo tipo de herramientas, y filmando y fotografiando la escena, le propinan una somanta de hostias severa para terminar prendiéndole fuego. Bravo. El Serif (o como se escriba) comienza la investigación de tan salvaje suceso, pero la situación le desborda según van ocurriendo más actos brutales. La extraña actitud de su esposa, la desaparición de cuerpos de sus tumbas y la desquiciante personalidad del forense ponen a este policía al borde de la desesperación. Sorprendente desarrollo argumental que dejará al espectador Frykandélico sonrriente el su Sofá Vamos, que esta hay que verla. Ordenes del doctor.