El siglo XXI trajo consigo el resurgir de un género maldito, el Zombie, y eso, para los amantes del sofá, el amodorre y el encefalograma plano, fue una buena noticia, una noticia excelente.
Con sus más y con sus menos, sus aciertos y sus errores, el regreso de estos mugrientos muertos come cerebros ha supuesto un paso a delante en el género, una superación de la auto marginación de sus progenitores de las décadas pasadas, Es, ahora, un género orgulloso de si mismo, conocedor de sus limitaciones, pero dispuesto a superarlas.
Cuatro títulos reinan sobre el resto, cuatro buenas películas de zombies para disfrutar en tu salón, con amigos y birra, que harán que ni te levantes a mear.
28 días después:
Película británico-holandesa-estadounidense, dirigida por Danny Boyle, ( el director de Transpoting y la Playa, entre otras ) estrenada en España a mediados de 2003,es, de entre las cuatro, la más hermosa visualmente.
En ella los tiparracos que persiguen a los protagonistas no son zombies, en su sentido ortodoxo ( aunque si te los encuentras en Gran Vía vas a pensar : “coño, ¡Zombies!”) , sino “infectados”. La infección, que en la película arrasa Gran Bretaña, tiene su origen en unos monos que liberan unos integristas de los derechos animales y que transmiten una rabia incontrolada y asesina a través de la sangre.
El protagonista ( que en su versión doblada al castellano tiene la voz que doblaba, en sus las pelis más añejas, a Bruce Lee), despierta de un coma 28 días después de el brote, y se enfrenta a una realidad desconocida, una ciudad silenciosa, Londres, vacía, fantasmal.
Tras juntarse con otros supervivientes y tener diferentes y vibrantes encontronazos con los “infectados” a lo largo y ancho la apocalíptica Londres, deciden abandonar la ciudad para dirigirse a un acuartelamiento militar, que, por la radio, promete protección.
Hasta ese punto es una sobresaliente película, con imágenes bellas, desconocidas para el género, lástima que a partir de entonces decaiga, atrapada por tópicos de género, en una cinta vulgar. Una pena que la imaginación brillante que iluminó el proyecto llegase sólo hasta la mitad de la historia.
El amanecer de los muertos:
Back Zinder presenta una película compacta, directa, contundente y sin pretensiones.
Aparecida en EEUU y en España en 2004 , presenta todos los ingredientes que los amantes del sofá exigimos para nuestras noches de embolia, consiguiendo un estado de tensión emocional más o menos homogéneo durante todo el metraje. Pero esta película va más allá, pues presenta una calidad visual, en su conjunto, superior a sus congéneres.
Comienza vibrante y prometedora, y, como es habitual, va decayendo, dejándonos la sensación de que podría haber sido mejor, pero que no estuvo mal.
¿Tópicos? Los que quieras: el supermercado (algo que, como recurso argumental, funciona, pues todos hemos imaginado alguna vez una situación similar) donde los personajes hacen lo que quieren, la protagonista guapa y el protagonista guapo que terminan liados, el tipo que va de duro y que luego es un trozo de pan, el cerdo egoísta que se la juega al grupo, el final, rollo “Equipo A” , con el camión anti zobies...Personajes planos y argumento previsible vaya, pero no se le pueden pedir peras al olmo, y si no te gusta hay un montón de blogs en la red de gente pedante hablando de “Delicatesen” con los que seguro te sentirás más a gusto.
Acompáñala con unos nachos y te sabrá mejor, comprobado.
Shaun of the Dead (Zombie Party):
Desde el comienzo de esta película sentí me encontraba ante una joya del cine de sofá.
Edgar Wright, director de esta película estrenada en 2004, había conseguido hacer una película para poligoneros por poligoneros .
La acción, y esto es novedad, transcurre íntegramente durante el día, en la calle, con unos personajes lejos de los tópicos heroicos del género, y se debate magníficamente entre la comedia descarada, la acción de género y el drama desgarrado.
Menos espectacular que las anteriores es, sin duda, la más grata sorpresa del resurgir zombie, por su frescura y esa visión “no yanki” (que comparte con 28 días después) que la alejan del núcleo duro del género.
Haceros con ella, esta se puede ver incluso bebiendo sólo agua mineral.
Land of the dead:
George A. Romero, director de la película y padre indiscutible del género zombie, se parapeta detrás de su propia creación, escudado por todos y cada uno de sus tópicos y lugares comunes para realizar una revisión ,una apuesta segura y casi cobarde, de su clásico indiscutible.
Clásica hasta decir basta cumple su función, entretener, a base de una acción y una ambientación bien logradas y una excelente producción. Las únicas pinceladas de innovación las aportan unos zombies que, poco a poco, comienzan a utilizar sus podridos cerebros.
El argumento, si imagináis un poco, como esos zombies, lo podréis predecir sin miedo a equivocaros.
Una peli para pasar el rato, que se ve mejor entre amigos y litronas.
En fin, que vuelven los zombies, y que mejor que ver el Apocalipsis desde el salón de tu casa.