The Omega Man : Ese chico triste y solitario.

1975, La Unión Soviética y China entran en guerra. A su vez, sin saberse bien el por que, un agente bacteriológico comienza a causar estragos en EEUU. La gente cae muerta por la calle tras una agobiante asfixia. En poco tiempo todos han muerto. ¿TODOS? No, un médico militar, el coronel Neville, que estudiaba el remedio para ese agente, consiguió inyectarse una vacuna antes de que fuera demasiado tarde. Salva el trasero, sí, pero descubre algo terrible : Hay más supervivientes, pero han degenerado en mutantes albinos hipersensibles a la luz que le detestan, pues es el último recuerdo de lo que fue el pasado. Estos mutantes están organizados en una logia mafioso-masónica llamada La Familia y, debido a su hipersensibilidad lumínica sólo actúan de noche. Así que el Coronel Neville se mueve por el día, atrincherándose en su piso, decorado al estilo “barroco de barrio”, por las noches, donde habla con un busto de Mc Arthur y se emborracha mientras juega al ajedrez consigo mismo. Apasionante vida la suya. The Omega Man, “El último hombre vivo” en su edición española, es una auténtica y genuina Película de Sofá, ganchitos y naranjada. Rodada en 1971 bajo la dirección de Boris Sagal, cuenta con el valor seguro de Charlton Heston como actor protagonista. Enmarcada en esa apasionante vertiente del cine de ciencia ficción llamado “cine catastrofista”, sobresale del común denominador del género por su ritmo constante, si bien comparte con dicho común denominador lo chabacano en la producción , y lo cutre en la realización ,con momentos en los que uno piensa, “¡Vamos, hombre, no me jodas!"(los mutantes son una muestra de cómo no hay que maquillar). Pero es un peliculón frycandélico, si señores, y Charlton, metralleta en mano, es siempre una delicia. ¿Recomendaciones? Las habituales, ya sabéis que el Cine de Sofá va parejo al aperitivo y snackeo*. Disfrútenla. *Snackeo: del Ingles Snack. Acto de ingerir masivamente snacks.