sábado, mayo 31, 2008

Black Sherrp: Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.

En una apacible granja de Nueva Zelanda, verde y sinuosa, se está cociendo algo turbio, alejado de cualquier poema bucólico-pastoril que nos sugeriría el entorno. En ella, su propietario, ayudado de las últimas técnicas de manipulación genética está preparando una oveja “Dolly” que sea perfecta, revolucionaria, y que le eleve al trono de los ganaderos ovinos. A dicha granja retorna Henry, traumatizado hermano pequeño del Frankestain ovino, a solucionar cuentas pendientes, justo el día, carámbanos y retruécanos, que unos activistas bastante canelos irrumpen en la granja liberando a un corderito mutante con bastante mala Virgen. Este engendro contagia entre animales y humanos un ansia carnívora insaciable y tremendamente contagiosa, vamos, que se montó el Belén. A medio camino entre “Los pájaros” y “La noche de los Muertos Vivientes”, y con alguna pincelada de “Agárralo como puedas” encontramos esta peli, “Black Sherrp”,“Ovejas Asesinas” en su castellanización, escrita y dirigida con esmero y alegría por Jonathan King, que nos presenta una especie de peli de Zombies a la ovejuna, con algunos momentos delirantes, otros francamente estúpidos y con un ritmo desigual, que, aunque roce por momentos la ridiculez, mantiene el tipo, siendo una cinta francamente entretenida. Película cachonda, con buenos puntos de grosería intestinal, y algún momento zoofíílico sórdido, esta es una peli para no tomarse en serio y disfrutar de un rato de casquería ovejuna. No le pidan peras al olmo.

jueves, mayo 08, 2008

28 weeks later: Pies para que os quiero.

Gran Bretaña fue arrasada por un terrible virus que transformaba a las personas en maníacos asesinos rebosantes de sangre que, a su vez, contagiaban el virus a sus víctimas. 28 semanas después del primer y pavoroso brote, la situación, de manos del ejército norteamericano, está controlada, o al menos eso parece. Los primeros refugiados comienzan su regreso a su tierra, confiados en el poderío militar yanki, pero los virus son pequeños y cabrones, y no piensan dejarles vivir un tranquilo retorno. Decepcionante secuela de "28 days later", "28 weeks later", dirigida por el español Juan Carlos Fresnadillo, carece de la esencia desquiciante de su primera parte. Si bien la tensión es continua y no da respiro durante todo el metraje, no es menos cierto que dista mucho de ser tan agobiante y enloquecedora como aquella. Quizás como película aislada mantendría la talla, pero la comparación es inevitable, y eso le resta enteros. Sin duda lo inverosímil del "nuevo brote", cómo llega el virus hasta dentro de la zona asegurada por los militares, hace tambalearse la poca credibilidad del argumento, y pesa demasía la penosa sensación que despide un negado Robert Carlyle, llegando a generar un rechazo próximo al desprecio. Lo mejor, ciertos momentos sangrientos, crueles hasta el extremo, y la realización, majestuosa, exuberante e impactante. Lo peor, el castillo de naipes de su guión, estancado en lugares comunes del género Zombie.