Steven Seagal, el hombre.
Cuando eres un terrorista internacional que planea destruir el mundo, esclavizar a la raza humana o conseguir un grandioso botín lo peor que te puede pasar es que en el tren que viaja tu uranio esté, por azar, Steven Seagal. Date por jodido. Mejor paras el tren y te montas una piscifactoría, pues en el momento que Steeven levante su ridícula coleta de su asiento de turista, y recuerde todo aquello que aprendió en la marina...ah chaval, se acabó el jolgorio. Y es que Steven es, posiblemente, el peor y más patán de los actores que el género de acción nos regaló jamás (si, ya se, Van Damme es calaña de la buena), pero es el prototipo de “American Hero” con licencia para partir cuellos a los villanos sin que la justicia jamás lo reclame( como el I.R.A., igualito) . Pero lo es por un defecto que para algunos, para otros, como un servidor, es, a su vez, un don. Un don que pocos, por no decir que yo solo, reconocemos. Steven tiene el don de no variar nunca el rostro. Esté matando a un comunista, besando en la frente a su hija, o saltando de un helicóptero, Steven jamás cambiará de faz, y, admitámoslo , eso es difícil. La última vez que salté de un helicóptero lo intenté, y no pude. Y seguro que la cara de la mayoría de nosotros es diferente cuando besamos a nuestra hija en la frente que cuando matamos un comunista.
Seagal nació en Michigan (USA), el 4 de noviembre de 1951. Desde chiquitín le moló lo de repartir galletas, tanto que, a finales de los sesenta se marcho a Japón, donde se formaría en el mundo de las artes marciales, amén de trabajar para la C.I.A. en indochina. Ya de vuelta en los EEUU, en los 80, funda un Dojo, ( que es un sitio en que se paga por que te den tundas repetidas veces ), donde conoce a otro gran hombre, Sean Connery, que le hace el flaco favor a la humanidad de introducirlo en el mundo del cine. Es entonces cuando eclosiona la perla pulida y nacarada que llevaba dentro. Dando al mundo títulos como “Hard to kill” (1990), “Out for justice” (1992), la gloriosa “The patriot” (1998), o la insuperable “Into the sun” que, además, tiene el valor añadido de que él mismo la produjo...y un larguísimo etc que podéis encontrar en ese ejército de video clubes que pueblan nuestros extrarradios. Eso si, tened cuidado, pues, por lo general, las carátulas de sus películas varían poco de unas a otras, y si, tras salir del taller y fumaros y canu, andáis algo espesos, es posible que alquiléis dos veces la misma.
Ah! casi me olvido, Steven, en toda su grandeza, grabó recientemente un disco, toda una joya del post-country intimista: "Songs From The Crystal Cave", donde, incomprensiblemente B.B. King y Stevie Wonder se prestan a colaborar. Tras escucharlo os dareis cuenta hasta que punto el mundo está podrido.
3 Comments:
Le das pa ir pasando, cierto, pero no se qué hace el premio nobel de Seagal en este homenaje frikie al cine serie B. Que me pongas a este machaca con Johh Carpenter o Walter Hill que, a la postre, son dignos realizadores de pelis de entretenimiento puro y duro al estilo yankee...porque las pelis de este gacho son bazofia para varones adolescentes -y adultos, que de todo hay-, violentillos, descerebraos y demás fábricas andantes de testosterona.
Desde luego el Sr. Connery debía estar mazado el aciago día en que se le ocurrió proponer al macister este para hacer pelis. Ah, y lo de la CIA, pues lo flipo más si cabe. Por favor, que alguien me explique donde casa aqui lo de inteligencia...Ahora, ya me rematas con lo de B.B King y el gran Stevie...oh, dios, hasta dónde llega Mr. Dollar todopoderoso. Jolín.
P.D.: Congratulations, debes ser uno de los 100.000 españolitos que usa bien el plurar de club (en "video clubes")
:D
Se de un friki con toda la barba que fue capaz de en NY ir a ver a Seagal al cine en VO. Porque decia que si es tan malo en version doblada en version original debia ser grandiosamente malo.
Dios, necesito conocer a ese ser!
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